En el tiempo lento, en los rituales en los que se para “el hacer”, en el andar y en el asombro. En todas estas cosas está la esencia, lo que puede hacer que algo te cambie o te vuelque, en el tiempo de la reacción, en la recapacitación sin prisa, en el vaciarse aunque sea por un tiempo y no tener que ser ni mostrar.

Que haya tiempo para perderse y escuchar, para recibir, masticar y sentir cómo cambia el sabor (y tú misma), y después empezar a tragar. Porque solo te impregna aquello que se alarga. Solo te impregna si te permites contemplar.

Dice Byung-Chul Han que de otra forma, “no hay acceso a la realidad, que solo se revela a una atención contemplativa”. Eso es lo que pretendo cuando preparo un viaje en este caso al norte de India. Solo un lugar, para que puedas encontrar el núcleo de donde sale todo lo demás. Para que nades profundo a tu manera y a tu tiempo. Yo estaré contigo siempre que así lo quieras.

Escogemos las fechas del viaje y de las actividades basándonos en el pañcāṅga , el calendario védico, para que tenga un sentido especial, por supuesto, que sean fechas auspiciosas. Así que esta vez nuestro viaje se celebra en Navarātri, una de las celebraciones más importantes del país, dedicada a la veneración de la diosa Durgā, la energía femenina o Śakti, por lo que además de poder estar presentes, participaremos en una ceremonia única, a la que difícilmente podríamos tener acceso de otra forma. Lo más importante es que en todo momento sabrás que está pasando porque te lo contaremos todo, en todo momento. La magia de este viaje es que aprenderás cosas sobre mitología, filosofía y tradición, que es posible que nunca te hayan contado, de la mano de personas locales, que han sido y son, mi familia y maestros.

Así que por fin podrás formar parte real de algo a lo que no siempre tenemos acceso en un viaje turístico, y podrás profundizar en algunos aspectos espirituales de esta tradición de forma sencilla y respetuosa.

Rishikesh porque es la cuna del Yoga, grandes maestros han estado desde hace años enseñando y practicando aquí desde tiempos ancestrales y esa energía, aún se mantiene en esta ciudad. Con el sagrado Ganges al alcance, para bañarte y purificarte, con las montañas de los Himalayas al horizonte, y alojándote en un barrio tranquilo, donde el segundo día, los locales te saludarán como a cualquier vecino. Es una lugar perfecto pata que pueda presentaros a mis amigos y familia, a los que han sido mis profesores y todos esos lugares y rituales que a mí me robaron el corazón. Es una ciudad segura, amable y fácil en la que puedes disfrutar de la locura de India o de la calma de la Madre Ganga y sus montañas.

Varanasi es una ciudad más intensa, donde la esencia de India se siente en cada rincón. En los ghats, en el mismo río Ganges, en las calles estrechas y mercados, en los templos escondidos y en las ceremonias alrededor de este río sagrado. Kashi o Varanasi es bien conocida por ser aquella ciudad, donde hay un fuego que nunca se apaga, la ciudad del Dios Shiva, donde se mezclan la vida más colorida y los rituales funerarios que harán que veas la vida de otra forma. Esta ciudad para mi fue un reto para todos mis sentidos y sobre todo, para mi mente.  Los atardeceres y los amaneceres en este lado del mundo, te dejarán sin aliento, es una promesa.

Es una ciudad que me dejó una marca para siempre y es mi gratitud lo que hace que quiera compartirla con vosotros.

El importe anterior incluye lo siguiente:

• Soporte y asesoramiento para los vuelos, y la documentación necesaria. Te ayudaré en lo que necesites.
• Alojamiento desde el 6 por la mañana hasta el 17 por el mediodía. Las habitaciones son individuales durante la estancia en Rishikesh, y en un ashram los tres días que estaremos en Varanasi.
• Desayuno, comida y cena vegetarianas. Incluye la cena del primer día y el desayuno del último
• Acceso a Wifi y agua filtrada en el hotel.
• Clases diarias de Yoga y meditación y traducción de todo lo que ocurra.
• Ceremonias y rituales.
• Guía y explicaciones de cada visita.
• Desplazamientos en nuestras actividades, en tuc-tuc, autobús, tempo u otros medios de transporte dentro de la ciudad.

Creemos en una forma de viajar desde la sostenibilidad y el respeto. Pensamos que al visitar un país, comprender y entender la cultura y la tradición, es la única forma de vivirlo de forma real. Por lo que siempre ofrecemos la posibilidad de colaborar o visitar un proyecto social en la cuidad en la que estamos. Por otro lado, una parte del precio va dirigida a una causa social en el país.

No infravaloramos a las personas que trabajan con nosotros, al contrario: India me dio tantas cosas que jamás podré devolverle que, qué menos que ofrecer un trabajo digno y justo a quienes son nuestros acompañantes y maestros. Lo que buscamos es que haya un bello intercambio, que dejemos una huella positiva en nuestras acciones.