Puede que no puedas asistir a una shala o a un estudio de yoga. Puede que tengas necesidades particulares que quieras tener en cuenta en tu práctica. Incluso puede que te sientas más cómoda o cómodo en una sesión particular en tu casa, simplemente porque tienes a alguien que te guía y que pone toda su atención y todos sus recursos en que tu práctica sea la más adecuada para tí, además con la comodidad de no tener que desplazarte a ningún lugar.
Las sesiones particulares nos permiten tratar con una cadencia personalizada el ritmo de cada uno. Me permiten crear una secuencia pensada exclusivamente para tí, para lo que necesites, para los objetivos que te hayas propuesto conseguir si ese es el caso. Acompañarte siempre y hacer un seguimiento de tu evolución. De esta manera se puede progresar y profundizar, mejorar la fuerza, el equilibrio o la flexibilidad de acuerdo a tu momento. Y claro, recibiendo los ajustes necesarios, si así lo deseas, para que todo ese progreso se haga de forma segura. Esto son sesiones diseñadas para tí, justo lo que necesites cuando lo necesites.
Lo mismo ocurre con los grupos reducidos. Si sois un grupo de amigas, el tiempo dedicado a los practicantes en un grupo reducido es de mucha más calidad que el de una clase de más de 10 personas, raramente podrás profundizar con alineaciones y ajustes por parte de tu profesor.
Si tu caso es uno de estos, y tienes dudas, escríbeme y las resolvemos.